Vive el Real Madrid en un estado de continua histeria desde que empezó la Liga. De momento, sus resultados han sido buenos, no se puede negar, pero existe un feeling general muy malo con este equipo. Desde casi antes de empezar la temporada, las malas noticias y las malas decisiones nos han llevado a un incómodo escenario.
Recapitulamos rápido, que tampoco ha pasado tanto tiempo. La lesión de Sneijder (afortunadamente menos grave de lo esperado), el no fichaje de Ronaldo, la polémica salida de Robinho, la ausencia de fichajes de última hora, los mosqueos de Schuster ante esa falta de fichajes, el supuesto mal juego, la derrota en Turín, las polémicas con los arbitrajes y rajadas posteriores, el affaire Sergio Ramos, las denuncias a Calderón por usar la visa del equipo, la derrota en Irún, el susto de De La Red, etc.
Mucha tela que cortar en tan poco tiempo, la verdad. Y en estos casos siempre es inevitable fijarse en el eterno rival. Eso sí que es una balsa de aceite. Tras el debut en Soria, donde el Barça insistió en los errores del año pasado, todo ha cambiado radicalmente. Ahora el Barça parece un rodillo, colecciona goleadas, tanto en casa como a domicilio, y tiene una efectividad ante la portería rival que asusta. Juega bien y gana fácil.
Decía Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo, y quizá sea su mejor aportación a este deporte. En Barcelona todo marcha, Pep ha encontrado prontísimo su fórmula. El equipo apenas da opción a los rivales, algunos de sus propios jugadores parecen mucho mejores de lo que realmente son, y ya se han postulado como el principal rival a batir este año. Ni siquiera mini-polémicas como la falta de minutos de Bojan parecen empañar este debut de ensueño.
Ante esto el Madrid tiene que potenciar sus armas. El rival ha decidido tirar fuerte desde el principio. De momento, a pesar de todo, los merengues aguantan el tipo y están a sólo 3 puntos de ese vendabal, y con un partido menos. Hay que intentar seguir a rueda, apretar los dientes, y no dejar que cojan 4 o 5 puntos de ventaja.
El Madrid sabe sufrir, lo ha demostrado muchas veces. Toca hacerlo otra vez. Es el momento de chupar rueda, ellos juegan bien, se hartan a meter goles y tienen hambre de Liga. Pero no podrán mantener ese ritmo todo el año. Y si cuando bajen el ritmo estamos todavía ahí, pegados a ellos, puede ser el momento de darles el golpe de gracia.
Lo veremos en los próximos meses.
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