sábado, 25 de junio de 2011

Gago y la sinceridad

Publican en diversos medios un extracto de la entrevista que concedió ayer Fernando Gago a ESPN, en la que deja perlas como las siguientes.

"El Barcelona es el mejor equipo de la historia, muy por encima del Madrid y la afición no se quiere dar cuenta"

"Los madridistas piensan que se le puede ganar, pero este año era imposible. No quieren admitirlo"

Estas declaraciones serán, sin duda, el epitafio merengue del jugador argentino. De hecho, será lo que se más se recuerde de sus últimos meses en el Madrid, lo cual dice mucho del rendimiento que ha dado. Cuando se ha visto con el cartel de transferible, le ha dado por sincerarse delante de las cámaras, al otro lado del charco.

Se equivoca, sin embargo, en muchas cosas. La primera es evidente, el Barça sólo ha estado muy por encima del Madrid en el partido de ida de liga, el día de la famosa manita. Luego, en el carrusel de clásicos, hubo un empate soso, una victoria del Madrid en la final de Copa (oh, milagro, milagro), un partido trabado que decidió un alemán con muy poca vergüenza y otro partido a la desesperada, en el que otro impresentable con silbato se encargó de ponernos la zancadilla. Por si acaso. El Barça fue mejor en Liga, el Madrid fue mejor en Copa y en Champions pasó lo que todos vimos. Una superioridad aplastante, amigo Gago. Y sí, era imposible ganar.

También llama la atención lo preocupado que se muestra por que la afición no reconozca la superioridad del rival. Se ve que en 4 años, no ha tenido la inteligencia suficiente para darse cuenta de que el Madrid es un club que, en cualquier circunstancia siempre lucha hasta el final. Quizá es que se esfuerza tanto corriendo como pollo sin cabeza, lanzándose al suelo a recuperar balones (como si de un capítulo de Oliver y Benji se tratase) o tratando de dar un pase bien a más de 5 metros, que luego no le llega el suficiente oxígeno a su desentrenado cerebro. Será eso.

Porque el equipo al que era imposible ganar, como ya hemos dicho antes, sufrió contra el Madrid. Esa meridiana superioridad sólo se vio contra 10 y no siempre. Quizá Fernandito no lo apreciara bien desde el plasma de su hogar, desde el palco o desde donde estuviera. Pero sus compañeros, los que estaban sobre el 'tapete', hablaron sobre el campo, con mayor o menor fortuna, pero lucharon todos y cada uno de los partidos.

Surge, además, una duda sobre estas declaraciones. Le habrán preguntado también por su selección? Uno espera también que ese arrebato de autocrítica, humildad y sinceridad tenga también un capítulo dedicado a la albiceleste. Que diga que la selección española es la mejor de la historia, que es imposible ganarle o que su afición no acepta que son inferiores. O que lo diga de otras selecciones, da igual. Ah, no, que para eso hacen falta cojones, algo de lo que nuestro amigo ha carecido durante toda su carrera futbolística.

Así que, curiosamente, este epitafio se convierte también en la perfecta síntesis de cómo es Gago como futbolista. Un jugador con potencial (el año de Schuster se marcó una segunda vuelta más que notable), pero acomodado, débil mentalmente, al que cada contratiempo, por pequeño que fuera, lo ha enterrado un poco más como futbolista. Un tipo que ha involucionado como pocos, sin sangre, sin ambición, sin carácter ganador... un triste, en definitiva. El tipo de jugador que no debería volver a vestir la camiseta del Madrid. Hasta nunca.

viernes, 17 de junio de 2011

Nuestra declaración institucional

Lo llevaba avisando. Con aires de insolente trascendencia, con pose de sheriff, con la arrogancia del machote de la clase que te decía "a la salida te espero", Sandro Rosell anunciaba en prácticamente todos los eventos donde se dejaba ver, una declaración en la que, según él, iba a HABLAR, iba a "poner los puntos sobre las íes". Anunciaba una declaración institucional en la que nadie sabía qué quería decir y después de haber ganado la Champions, con qué fin. Sugería que habían estado callados por respeto y olvidaba todo el cruce de declaraciones y acciones disciplinarias que inundó durante semanas la rutina futbolística. Pero se le antojó que faltaba su numerito, su foto, su momentazo en el que mirar al horizonte y decir: "Silencio, voy a hablar", ocupando el cetro del universo y que sus palabras sobrevolaran sobre cualquier otro acontecimiento. Ignoraba que precisamente hablar, es lo que peor sabe hacer. Seguramente en sus inicios fue bueno vendiendo perfumes, o domina el qatarí con la soltura necesaria como para entablar relaciones con jeques y dictadores de aquel país. Pero con un micrófono delante roza el ridículo ajeno, adopta un tono susurrante, una mirada al horizonte, un tempo que denota que le gusta oirse, tan memo que empieza frases sin saber como acabarlas hasta el punto que a veces puede que hasta le haya traicionado el subconsciente.

Dicho esto, lo de ayer resultó ser la lectura de un comunicado donde vomitó toda su chulería, dejando a un lado lo inoportuno y a destiempo que resulta una escena como la de ayer un 16 de Junio, parece que con la infantil intención de ser el último que dice algo. Habló de sobrepasar los límites de la deportividad, (como no) de valores, de fairplay, que cualquier acción éticamente reprobable en su equipo habría sido condenada... entre muchas otras demagogias. Olvidaba el comportamiento ruin y antideportivo de sus jugadores en los derbis (sobran los ejemplos), el insulto racista de Busquets que el club en bloque, en un acto ridículo de negar lo innegable, se encargaba de tapar o desviar; los calentones de PEP en rueda de prensa... y sobre todo, el origen de la polémica. Añadió la insólita acusación al Madrid de estar detrás de las acusaciones de dopaje, olvidando que el propio Florentino Pérez le llamó (reconocido por Toni Freixa, portavoz de la Junta Directiva del Barcelona) para desmarcarse de aquella información. ¿Para qué? Difama, difama..que ya se sabe. El colmo fue tener los bemoles de disfrazarse de Clint Eastwood para dar una especie de ultimátum, una "nueva oportunidad". También olvidaba, que esas relaciones institucionales de las que presume y que arrogántemente ha amenazado con romper (oh...miedo...), fueron promovidas por la actual directiva del Madrid hace unos años, en un tiempo en que uno de sus predecesores (Joan Gaspart), le negaba en público la mano al que era y ahora es presidente merengue.


Quiso pasar, en un soplido, de beneficiado a acusado. Lo más significativo de todo fue que habló sin la indignación de una persona que se siente injustificadamente señalada, sin el cabreo o rabia del que le imputan por algo que no ha hecho. Y tiene sentido, porque ayer no pretendía defender su honor, sino sus privilegios.

viernes, 10 de junio de 2011

Neymar y el Kun


Empiezan los temidos culebrones de verano y, como casi siempre, el Madrid es protagonista. Ha empezado fichando en la línea del año pasado, buenos jugadores a mejor precio. Sahin, la revelación de la Bundesliga, llega por unos ridículos 10M, el todoterreno Altintop aterriza gratis y por Callejón se han pagado, al parecer, 5M. La cifra parece más que correcta, quizás sólo Sahin venga a ocupar a priori un puesto de titular, pero la polivalencia de Altintop puede resultar muy útil en una temporada tan larga. Y Callejón se supone que tendrá el rol que Pedro León no quiso cumplir.

Poco que objetar hasta ahí, pero falta el inevitable crack. El galáctico, como dirían hace unos añitos. Y ese puesto parecía reservado para un jugador formidable, Kun Agüero. No se puede decir nada del Kun, todos lo conocemos y muchos creemos que es el mejor delantero del mundo, obviando a Cristiano y Messi. Está un escalón por debajo de estos dos bichos, pero pocos jugadores en el mundo tienen un presente y un futuro tan espectacular. Si acaso, Alexandre Pato, del Milan, pero a fecha de hoy no ha demostrado lo que sí ha hecho el argentino.

El jugador parece por la labor, pero la resolución del conflicto va para largo. Mientras tanto, un nuevo elemento se ha colado en la fiesta, el brasileño Neymar, la penúltima sensación del país de la samba, cuyo nombre ha sonado con fuerza en las últimas semanas. Y además, viene bendecido por Ronaldo, el fenómeno. Pero, mientras el fichaje del Kun es una garantía de éxito casi total, la posibilidad de traerse a Neymar arroja serias dudas.

Y a grandes rasgos, esas dudas son: no ha jugado en Europa, es un jugador sin hacer, es excesivamente filigranero e individualista, está bastante zumbado del coco y su representante es Wagner Ribeiro (sí, el de Robinho)... Parece claro que, en todo caso, Neymar no sería un jugador para ser titular desde ya en un equipo tan hecho como el Madrid y que pretende arrebatarle la hegemonía al Barça. Aunque verle esos controles, esos cambios de ritmo y ciertos regates, uno piensa que tal vez no sería descabellado asumir ciertos riesgos.

Decidirá el club. La cabeza apuesta por el Kun, el corazón dice que fichemos a ambos, y la cabeza le vuelve a replicar que no se pueden tener exceso de jugadores de ataque, que hay que reforzar el medio campo y, sobre todo, fichar un lateral zurdo suplente. Coentrao? Uff, ese tema lo dejamos mejor para otra entrada...