Siempre me ha tocado los huevos esa manía de la prensa y la afición de proclamar al
mejor futbolista del mundo, como si fuera justo reconocer tal mérito en un deporte de equipo, como es el fútbol. Pero ya que se hace, e incluso hay reconocimientos oficiales, vamos a comentarlos.
Le han dado el balón de oro a Kaká. Un jugador superlativo, que juega con la cabeza levantada, un brasileño que en su primer año en Europa sentó en el banquillo al jugador más determinante del entonces campeón de Europa, un tal Rui Costa. Y ha ganado este premio por su fantástica actuación en la Liga de Campeones, que es, no nos engañemos, el torneo más importante del año, siempre que no coincida con el Mundial.
Tras el 2º puesto de Cristiano Ronaldo (otrora jugador odiado y blanco de burlas y chistes malos, ahora ídolo de multitudes); ha quedado nuestro querido Leo Messi. Y a muchos les ha parecido que es muy poco el 3er puesto para él. Muchos lo llevan meses proclamando el mejor del mundo. Toma ya.
Sí, claro. Repasemos la temporada de Leo, hagamos memoria de sus actuaciones más destacadas. Se me ocurre un impresionante hat trick contra el Madrid, pero que sólo le valió para empatar en casa. Recordamos todos aquel golazo mítico ante el Getafe, y también recordamos como fueron eliminados en el partido de vuelta. No recordamos, seguramente, nada en Champions, salvo algún golito en la fase previa... pero nada en la decisiva eliminatoria de Anfield.
Vaya, que Leo no ganó nada con su club. Pero aún quedaba la Copa América, una competición últimamente devaluada, pero todavía con caché. Metió un gol bellísimo de vaselina, en un partido que ya estaba sentenciado, por cierto. Para no variar, tampoco levantó ese trofeo, que fue para Brasil. Un brasileño, por cierto, llamado Robinho, se llevó el título subjetivo de mejor jugador y el objetivo de máximo goleador de dicho torneo. Y Leo, por no hacer, ni siquiera lideró a su equipo hasta la final, tarea que llevó a cabo Juan Román Riquelme, quizás el jugador más descansado de todos los que jugaron ese campeonato y seguramente también uno de los mejores técnicamente hablando.
Llegó la pretemporada y nuestro amigo Messi metió otro golazo, al Bayern Munich, el día que se retiró Scholl. Luego empezó la Liga y Leo, por fin, ha empezado a asumir el papel de líder que se le supone a un jugador de su calidad. Su equipo todavía no carbura lo suficiente, pero esa es otra historia.
Sí, yo también creo que el 3er puesto es injusto. En mi quiniela estaba Andrea Pirlo en ese peldaño del podium. Por eso siempre he sido un negado en los juegos de azar...
