viernes, 14 de noviembre de 2008

El nuevo fichaje y la posible hipoteca

Las Leyes de Murphy golpean salvajemente al Madrid. Así va a ser complicado aguantar el chaparrón blaugrana.

Tras el enésimo ridículo copero, llega la mala noticia: Ruud se pierde lo que queda de temporada. Y así tiene que remar el equipo, sin VN, sin Robben y con las lesiones menos graves de Pepe y Diarra. Casi nada

Habrá que confiar en que Schuster sepa capear el temporal, si es que antes no se lo han cargado diversas campañas mediáticas dispuestas a cobrar viejas deudas. Si no lo echan y mantiene la calma, tiene un reto enorme. Aunque lo normal es que alguna de esas premisas se cumplan.

Pero vamos a centrarnos en los posibles refuerzos que cubran la baja de Van Nistelroy.

Surge el problema de todos los fichajes de mitad de temporada. Es muy complicado, por no decir imposible, adquirir a un jugador contrastado, que pueda funcionar desde 'ya' y que pueda ser inscrito en la Champions League (suponiendo que no nos eliminen).

Existe también la opción de buscar en el mercado sudamericano, pero tal vez no sea la mejor opción si se quiere buscar un rendimiento inmediato. Fichar a una promesa con la intención de que arregle la papeleta es enterrarlo, sin más.

He ahí la duda. Se habla de firmar a Hernán Crespo o a Diego Milito, como opciones más factibles. Tal vez sean las mejores opciones, pero siguen sin ser nada convicentes. Sobre todo porque nadie quiere buscar un crack en verano y tener en el banquillo a un pelotón de treintañeros. Es decir, sería raro fichar en junio a Benzema y que sus suplentes sean Raúl, Ruud y el Diego Milito de turno.

Por eso hay que hilar fino. Y no hay que descartar, ni mucho menos, subir a Alberto Bueno. Con eso y que nos respeten las lesiones algo más. quizá haya para ir tirando. Y si no, en junio hablamos, ya con más calma.

domingo, 9 de noviembre de 2008

De cómo el Pipita iba superando el reto


Higuaín es, quizá tras Robinho, el jugador de la Liga que haya recibido más burlas, tanto de aficionados como de "periodistas" en los últimos años. Ha soportado críticas (justas en su mayoría, como cualquier jugador del Madrid) y burlas de ejércitos de ignorantes.

Sí, esta es una entrada oportunista. Es un artículo de alguien que se ha pasado meses y meses defendiendo la calidad del argentino, ante las risas generales. Al fin y al cabo, el fúbol es como todo. Sueltas que Higuaín acabará cedido en el Valladolid, como hizo Andrés Astruells, y te ríen la gracia 4 tontos como tú. Total, cuando acabe despuntando, quizá nadie se acuerde de tus burradas. O quizá ahora tu víctima sea Drenthe o Gago.

Se veía a la legua la calidad de Gonzalo, joder. Y aún por encima, acompaña esa calidad con lucha, con fuerza física (quizá sea esta la cualidad que más ha mejorado en el último año y medio). Y resulta que ahora también anota goles. Y ya no se escucha el eco de aquellos que tienen la necia costumbre de enterrar a jugadores casi juveniles.

Escribíamos hace un par de meses en este blog que al Pipita se le presentaba el reto de sustituir a Raúl. Aún confiando en su talento, advertíamos que no podía fallar, porque cualquier fallo le hubiera condenado. No, no ha errado, está rindiendo a un nivel espectacular en un equipo que se está convirtiendo paulatinamente en un caos.

Ahora, Gonzalo, vendrán los halagos, las hipérboles, las palmaditas en la espalda... ignóralos, igual que ignoraste a los que dudaban de tu talento. Sólo así te convertirás en el gran jugador que algunos siempre supimos que serías.

Suerte otra vez.

martes, 4 de noviembre de 2008

Vicente y Raúl

Vicente del Bosque, cuando realmente apalabró con la federación su llegada a la selección, no se imaginaba una cosa: que seríamos campeones. Esa tanda de penalties ante Italia fue el punto de inflexión en la historia reciente de nuestro fútbol.

Sí, se ganó y empezó la literatura. De repente todos lo había visto, todos explicaban lo infalible que es el sistema. Sí, todos los que hubieran dicho lo contrario si Buffon hubiera parado más penalties que Casillas en esa tanda.

Se fue Aragonés, a lucir mala educación a Turquía y llegó Del Bosque. Blanco perfecto, nunca mejor dicho. Tras la cansina campaña pro y anti Raúl previa a la Euro, todos veían en el nuevo seleccionador al artífice del regreso del 7 blanco. Afilaban muchos las garras dispuestos a zurrarle.

No lo ha llamado todavía, como todos sabemos. El mal momento de Raúl en este inicio de temporada y la coherencia de Del Bosque no han propiciado la convocatoria del máximo goleador de la historia de la selección.

Pero qué pasará si Raúl se entona y vuelve a meter goles? Ahí está la clave. En mi opinión, hay dos razones por las que no debería convocarlo igualmente:

La primera, la más objetiva, es que Raúl llegaría al Mundial con 33 años. Ojo, habiendo debutado a los 17, jugando un montón de partidos por año, y con el esfuerzo físico del que siempre hace gala. Sobran razones para afirmar que en 2010 estará en su ocaso, quizá muy próximo a la retirada.

Hay otra razón más subjetiva, pero que Vicente debería tener en cuenta. Hay mucho resentido que se alegró de la victoria de España en la Euro sobre todo por la baja de Raúl. Se han dicho tonterías a patadas, incluso se ha dado por hecho que un Raúl suplente desestabilizaría el equipo.

Los mediocres que han ideado estas historietas y sus muchos seguidores saben lo difícil que es ganar el Mundial. Al fin y al cabo, ni Grecia ni Dinamarca han ganado la máxima competición. Y sería muy triste que en este país, en el que tanto se habla de fútbol pero tan poco se entiende (como de tantos temas), los talibanes usaran a Raúl como excusa por no llevarnos el título.

Por eso, Vicente, no deberías llamarlo jamás. Los palos te van a llover igual, pero al menos puedes evitar que Raúl sea el culpable oficial de un posible fracaso mundialista. Que la gloria o el fracaso les corresponda a los que jueguen, no a un suplente...

sábado, 1 de noviembre de 2008

Aguantando el chaparrón

Vive el Real Madrid en un estado de continua histeria desde que empezó la Liga. De momento, sus resultados han sido buenos, no se puede negar, pero existe un feeling general muy malo con este equipo. Desde casi antes de empezar la temporada, las malas noticias y las malas decisiones nos han llevado a un incómodo escenario.

Recapitulamos rápido, que tampoco ha pasado tanto tiempo. La lesión de Sneijder (afortunadamente menos grave de lo esperado), el no fichaje de Ronaldo, la polémica salida de Robinho, la ausencia de fichajes de última hora, los mosqueos de Schuster ante esa falta de fichajes, el supuesto mal juego, la derrota en Turín, las polémicas con los arbitrajes y rajadas posteriores, el affaire Sergio Ramos, las denuncias a Calderón por usar la visa del equipo, la derrota en Irún, el susto de De La Red, etc.

Mucha tela que cortar en tan poco tiempo, la verdad. Y en estos casos siempre es inevitable fijarse en el eterno rival. Eso sí que es una balsa de aceite. Tras el debut en Soria, donde el Barça insistió en los errores del año pasado, todo ha cambiado radicalmente. Ahora el Barça parece un rodillo, colecciona goleadas, tanto en casa como a domicilio, y tiene una efectividad ante la portería rival que asusta. Juega bien y gana fácil.

Decía Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo, y quizá sea su mejor aportación a este deporte. En Barcelona todo marcha, Pep ha encontrado prontísimo su fórmula. El equipo apenas da opción a los rivales, algunos de sus propios jugadores parecen mucho mejores de lo que realmente son, y ya se han postulado como el principal rival a batir este año. Ni siquiera mini-polémicas como la falta de minutos de Bojan parecen empañar este debut de ensueño.

Ante esto el Madrid tiene que potenciar sus armas. El rival ha decidido tirar fuerte desde el principio. De momento, a pesar de todo, los merengues aguantan el tipo y están a sólo 3 puntos de ese vendabal, y con un partido menos. Hay que intentar seguir a rueda, apretar los dientes, y no dejar que cojan 4 o 5 puntos de ventaja.

El Madrid sabe sufrir, lo ha demostrado muchas veces. Toca hacerlo otra vez. Es el momento de chupar rueda, ellos juegan bien, se hartan a meter goles y tienen hambre de Liga. Pero no podrán mantener ese ritmo todo el año. Y si cuando bajen el ritmo estamos todavía ahí, pegados a ellos, puede ser el momento de darles el golpe de gracia.

Lo veremos en los próximos meses.