Según la ubicua Wikipedia, la sinergia es la integración de elementos que da como resultado algo más grande que la simple suma de éstos, es decir, cuando dos o más elementos se unen sinérgicamente crean un resultado que aprovecha y maximiza las cualidades de cada uno de los elementos.
Alemania, tópicos aparte (más o menos ciertos) es un equipo sin demasiados recursos, pero que aprovecha sus virtudes como nadie. Ahoga al rival en medio campo, roba a pelota, y... A, B o C. Es decir, balón rápido a un exterior, pelota a Klose o disparo de media distancia. Si tienen que salir con el balón jugado, tiene más problemas, pero los solventan con las incursiones de Lahm, o la inmensa calidad e Ballack, si no juega demasiado arriba. Y en las jugadas a balón parado son temibles, tanto en su ejecución como en la definición.
Ante esto, nosotros tenemos un equipo que toca el balón bien (a ver si contra los alemanes es igual de fácil), la importantísima baja de Villa, el estado de gracia de Iker (por fin) y un optimismo que no se recordaba. Ah, y tenemos a un pedazo de jugador de fútbol llamado Cesc Fábregas. Por cierto, se empieza a dar cuenta el gran público de cómo Cesc hace jugar al equipo de verdad. Señal de que ya es muy cantoso.
Alemania, tópicos aparte (más o menos ciertos) es un equipo sin demasiados recursos, pero que aprovecha sus virtudes como nadie. Ahoga al rival en medio campo, roba a pelota, y... A, B o C. Es decir, balón rápido a un exterior, pelota a Klose o disparo de media distancia. Si tienen que salir con el balón jugado, tiene más problemas, pero los solventan con las incursiones de Lahm, o la inmensa calidad e Ballack, si no juega demasiado arriba. Y en las jugadas a balón parado son temibles, tanto en su ejecución como en la definición.
Ante esto, nosotros tenemos un equipo que toca el balón bien (a ver si contra los alemanes es igual de fácil), la importantísima baja de Villa, el estado de gracia de Iker (por fin) y un optimismo que no se recordaba. Ah, y tenemos a un pedazo de jugador de fútbol llamado Cesc Fábregas. Por cierto, se empieza a dar cuenta el gran público de cómo Cesc hace jugar al equipo de verdad. Señal de que ya es muy cantoso.
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