jueves, 5 de mayo de 2011

Fin del carrusel de clásicos, fin de la temporada

Al final no hubo sorpresas. En ningún sentido.

El Barça, "el gran Barça" volvió a tener el empujón que necesitaba cuando las cosas se le complicaban. Podríamos copiar y pegar el 90% nuestra anterior entrada y dejarla aquí tal cual, recuperar aquella de hace dos años que cerrábamos con la indignación de Drogba. Diríamos que al menos esto ha dado la vuelta al mundo, pero también lo hizo el escándalo de Stamford Bridge o el partido de ida por poner un par de ejemplos. Nos contestan con (su) estética cuando nosotros hablamos de (la) ética, pero nos queda ver que los valores, a los que paradójicamente ahora los antimadridistas del país aluden con tanto ímpetu, siguieron en el campo y con toda nuestra rabia nos mantuvimos de pie, y aspirar a que la temporada que viene los errores que hemos cometido (que son muchos) nos valgan para llegar algo más lejos, si nos dejan.

¿Sabes que es lo que más me repugna? Que ni los propios beneficiados denuncien esta infamia, que no deberían necesitar y que puede ser un boomerang que les golpee en la cara ensuciando el gran trabajo que han hecho durante todos estos años.

De todos modos, en este mundo donde cada vez más, el fin justifica los medios... para qué hablar. Y dicho esto, para cerrar este post, suscribo las palabras de Andrés Iniesta como resumen:
"Al final, lo importante es que el Barça pasó".


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