miércoles, 27 de abril de 2011

El día de la marmota

Este post va así, en caliente, no hace ni 10 minutos que terminó el partido de ida de las semifinales de la Champions League. Partido feo, con 2 rivales muy temerosos, uno que esperaba sin presionar y otro que acumulaba posesión estéril, triangulando entre sus 2 defensas centrales sin ir a por la portería rival.

De la primera parte se rescata poco. Pedro, que es un tipo humilde porque es hijo de un reponedor de gasolina (Guardiola dixit), fingió una agresión de Arbeloa. Se pasó el muy sinvergüenza 5 minutos en el suelo tirado... a causa de una obstrucción. Lógicamente, todos los jugones, los bajitos y su puta madre, se echaron a por el árbitro, a presionar, a rodearlo como una pandilla de latin kings.

Es que el Barça es un equipo de valores. O presume de ello. Tras el teatro de Pedro, le tocó el turno al verdadero maestro de estas artes, Sergio Busquets. No era ni falta, pero él se echó la mano a la cara fingiendo una agresión, como el año pasado, como si estuviéramos continuamente en el puto día de la marmota. Asco, no hay otra palabra que defina mejor a este individuo. Y es raro, porque su padre parecía buen tipo. De dónde vendrá esa forma de ser? Su madre era una mala pieza? Su pandilla? Alguna enfermedad mental?

Llegó el descanso. Y hubo tangana, claro. Pinto, seguramente buscando la renovación, volvió a ejercer de latin king, esta vez contra Arbeloa. Pero, eso sí, luciendo el logo de unicef en la camiseta, que siempre queda muy bonito.

Y llegó la jugada clave. El partido seguía igual de feo a pesar de la entrada de Adebayor, era un claro 0-0, pero a Stark no le dio la gana. Falta de Pepe, que en cualquier otro contexto es amarilla, pero en el contexto de hoy era inevitablemente roja. Porque no hay que arriesgar, son el mejor equipo del mundo... pero y si se equivocan? Y si no lo demuestran? Y si hay algún tipo de error y el rival tiene una mínima posibilidad de mojarles la oreja?

Por eso, tras la entrada de Pepe, otra vez los bajitos, enfundados en sus bellas camisetas de unicef, acorralaron al árbitro, al que le faltó tiempo para ROBAR. Como hizo Obrevo en Stamford Bridge, como en Stuttgart, como contra el Inter, como tras la insólita expulsión de Van Persie. Robar, dirigir el arbitraje, como se hacía en baloncesto hace no muchos años, que jugaban un griego y otro cualquiera y ya sabías cómo iba a acabar.

Una patada en los huevos a los que pensamos que el fin no justifica los medios. A los que creemos en la justicia. A los que mantenemos que si son tan buenos, nos les hace falta que SIEMPRE les den un empujoncito. O mejor dicho, un gran empujón. A los que mañana no nos creeremos las alabanzas al gran juego blaugrana, basadas en la putísima mierda de las estadísticas de posesión de pelota.

Y ahora a robar al Manchester en Wembley. Y a volver a ponerse la careta de la humildad, los valores y toda esa mierda que se han empeñado en vender y, lo que es más grave, que muchos han comprado. Allá ellos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Seguid así, con un poco de suerte os contratará la central lechera XD