viernes, 19 de septiembre de 2008

El Pipita ante un reto mayúsculo

Cada vez lo tengo más claro, Schuster quería a Cristiano para que la transición post-Raúl fuese lo menos traumática posible, con el mejor jugador del mundo (perdona Messi) ocupando el puesto del histórico 7 blanco.

Seguramente no le faltara razón. Raúl es un jugador que lleva más de 10 años jugando al máximo nivel, con todo lo que ello implica. Lógicamente, en este artículo no pretendemos enumerar sus hazañas ni sus miserias, todo el mundo tiene una opinión ya formadísima e inquebrantable acerca de este futbolista.

Ahí surge el primer problema. Cualquier cosa que le suceda a Raúl, va a levantar un revuelo mediático enorme. Este año, por los motivos que sea, ha empezado muy flojo físicamente, desubicado y sin crear peligro. En cualquier otro futbolista, esto supondría una visita al banquillo, ya sea para ponerse en forma o para, finalmente, dejar su puesto a otro.

Pero no estamos ante un futbolista cualquiera. Hablamos de Raúl, de su historia y de su apoyo mediático. Ya ha visitado el banquillo, con la "excusa" de las rotaciones por la Champions, pero sigue siendo, en principio, titular indiscutible.

O no? Algunos diarios deportivos empiezan a filtrar encuestas en las que se refleja que el aficionado quiere ver al Higuaín de titular. Y es bien sabido que esta gente nunca filtra nada por azar ni desinteresadamente. Está Bernd realmente considerando darle la alternativa al Pipita?

Si es así, el reto que le espera al Higuaín no está al alcance de cualquiera. Son de sobra conocidas también las virtudes del argentino, que además ha mejorado considerablemente su antigua asignatura pendiene: el gol. El Pipita tiene nivel de sobra para ser titular en este equipo, pero nadie debería exigirle ser el sucesor de Raúl.

Al final, quizá pase lo de siempre. Si Higuaín juega bien, anota, asiste a Ruud, etc, se le cubrirá de halagos, empezarán las hipérboles... y no tiene otra opción, es decir, no se le va a permitir hacer partidos "aceptables". No, va a tener muy pocas oportunidades de examinarse, y le van a exigir no menos de notable.

Parece que no tardaremos mucho en descubrir cómo acabará este dilema. Gonzalo tiene suficientes cualidades como para asentarse en la titularidad y soportar la presión. Y de eso depende convertirse en un gran jugador o dejar de ser válido para el Madrid. Todo o nada, tan cruel como real. Mucha suerte.

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