Lo del plural del título puede ser considerado una errata. No toca analizar la extraña posición de Di María, lo atrás que jugó Xabi Alonso, los numerosos errores individuales, tanto en defensa como en la salida de la pelota, la apatía de Benzema, etc etc.
No, la peor noticia que nos dejó el clásico es la actitud del equipo, que salió el Camp Nou con miedo, atenazado. No hubo lucha, presión, coraje... nada. Y para más inri, el equipo bajó los brazos ante la primera adversidad, y se limitó a dejarse llevar, mientras un hambriento rival hacía daño en cada jugada.
La diferencia entre ambos clubes no son los 5 goles que reflejó el marcador. Decía Mou, y con razón, que mientras el Barça es un producto acabado, el Madrid es un equipo en construcción. Y esa construcción iba, hasta el pasado lunes, mucho más rápido de lo que nadie iba a intuir.
Por eso ha sido tan importante la posterior victoria contra el Valencia. Hay que superar el bache anímico y no perder más puntos con el eterno rival. La primera batalla ha acabado en una derrota humillante, pero afortunadamente quedan varios meses de 'guerra'.
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