Raúl cumple 500 partidos en Primera División y lo celebró como mejor sabe; con un chicharro... y además de tacón, con arte. En el fútbol, como en la música, se puede valorar un éxito puntual así como una trayectoria profesional. Allá cada cual. Un hit radiofónico o un disco con millones de ventas, un golazo en un partido importante, una temporada de 30 goles con 2 o 3 títulos en el saco... o el repertorio que te has ido labrando con tu sacrificio y esfuerzo constante y contínuo. El caso del 7 es el segundo, aunque le sobran momentos para cubrir lo primero. Hablar de sus cifras es redundante y para eso ya está la wikipedia. Los pocos récords que le quedan por batir va camino de pulverizarlos pero lo mejor de todo, es que a sus 31 años, sin que le quede nada por demostrar, no ha perdido la sonrisa, se sigue empeñando en callar las bocas que le llevan enterrando mucho tiempo, manteniendo el gol como un patrimonio propio y la ilusión que pone en cualquier desmarque sigue recordando a su debut en Zaragoza hace ya casi 15 temporadas.
Muchas felicidades Capitán.
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