martes, 24 de enero de 2012

La profecía de Messina


Ettore Messina llegó al Madrid de baloncesto con la misión de seguir lo que llevaba haciendo muchos años: construir un equipo campeón y ganar títulos. Su paso por la capital fue un fracaso, parte por errores suyos, parte por tener una plantilla no suficientemente competitiva y parte por el entorno. Messina, un hombre de vuelta de todo y ya aburrido de ganar, si se permite la exageración, dimitió, pero dejó como testamento estas palabras.

"La prensa busca enturbiar, enfrentar a unos jugadores con otros y protege a los españoles frente a los extranjeros. El Madrid está rodeado por una prensa sin dignidad"

Tras la última exclusiva de del diario Marca, el epitafio de Messina cobra más valor que nunca. Ha sido la tormenta perfecta, Marca filtra una discusión de Mourinho con Ramos e Iker que deja entrever que existe mal ambiente con los capitanes. Y toda la maquinaria empieza a funcionar. Incluso As no se ha cansado desde entonces de dar palmas la exclusiva de su rival. Vivir para ver. Así está ahora lo que llaman la central lechera, lo que antes llamaban la caverna mediática. Todos dando palos al Madrid, la prensa supuestamente afín haciendo sangre e intentando cargarse a un equipo que lleva una temporada más que notable.

Lo peor de todo es que, seguramente por primera vez en bastante tiempo, Marca no mienta. Las reacciones posteriores de todos los implicados dejan claro que es muy posible que no se hayan equivocado ni en una coma. Hay un topo, hay alguien que ha puesto a Mourinho contra la espada y la pared, que ha buscado el momento más oportuno para hacer daño, para intentar destruir lo que el Madrid lleva año y medio intentando construir. Un equipo. Y lo ha hecho con la colaboración de varios creadores de opinión, que en vez de trabajar, han tenido la suerte de poder vivir del propio Madrid, como garrapatas, aprovechándose del club todo lo que puedan sin el menor atisbo de ética en su labor.

Y ha calado el mensaje. El portugués protege a los suyos y margina a los campeones del mundo. España, un país hasta hace no mucho acostumbrado a perder, vive todavía en la resaca que le dio el Mundial. El Mundial de los 1-0, del campeón menos goleador de la historia. Pero el mismo Mundial que deslegitima a quien se salga un poco del pensamiento único. Porque es una cagada traerse a Varane, ya que Albiol es campeón del mundo. O quién será el tal Di María y por qué no se ha fichado a Navas. Esa prepotencia, ese mal ganar que nos sigue acompañando y que se ha convertido en amiguismo, en intercambio de favores, en jugadores intocables para unos medios que vuelven a reclamar el poder que tenían hace tiempo en el club: hacer y deshacer todo a su antojo.

Aunque lo más triste es ver cómo sólo Arbeloa (y Ramos, bastante tarde, eso sí) han dado la cara por el club. El Madrid es más importante que Mourinho, es evidente, pero también es mucho más importante que todos y cada uno de los jugadores que lo forman. El club sobrevivirá a este entrenador, lógicamente, pero también a los campeones mundiales. Incluso hoy día los rumores y los silencios apuntan a que la paciencia del portugués puede agotarse. Dicen que puede acabar dejando el club en junio. Se le ha visto hastiado, y cada vez los enemigos son más y se van haciendo más fuertes. Ahora se suman los sabios de tribuna, los que pitaban a Redondo, Zidane o Ronaldo Nazario y se iban para casa tan anchos.

Si se confirma el peor de los supuestos, entonces habrá que ver cuál será el siguiente paso de esos profesionales del abucheo que pueblan el Santiago Bernabeu. En enero de 2013 a lo mejor el Madrid no es líder con 5 puntos de ventaja, a lo mejor no ha batido todos los records en la fase de grupos de Champions, a lo mejor no lleva el mejor promedio goleador que se recuerda. Incluso puede que ya haya caído en Copa contra un 2ªB, como era tradición no hace mucho. Y en ese caso, esa exigente y sabia afición, se quejará de la falta de proyecto, de que los jugadores son unos sinvergüenzas, de que hace falto mano dura, de que así no vamos a ningún lado y de la envidia que da ver a Ferguson en el Manchester, que ese es el camino.

Y cómo no, a la salida del estadio echarán otro vistazo al Marca, que les digan qué pensar. Seguramente, en enero de 2013 eso sea lo único que no cambie, los de siempre seguirán forrándose a costa del club.

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