Si algo ha caracterizado al Valencia estos últimos años ha sido la facilidad que ha tenido para convivir con circunstancias extra-deportivas incomodísimas. Entre guerras por las acciones del club, batallas campales entre sucesivos entrenadores y secretarios técnicos y el eterno descontento de su afición, el equipo ha ganado 2 Ligas y 1 UEFA en los últimos años.
Este año, parecía que se podía corregir la tendencia, al menos ligeramente. Quique le ganó el pulso a Carboni, y se disponía a empezar un temporada que se presumía ilusionante, sobre todo tras la altísima inversión en fichajes. Pero la primera en la frente. En la jornada inicial, el Villarreal los golea a domicilio; pocas semanas despues, el Sevilla también les da un buen repaso. Saltan las alarmas.
Y poco tarde en caer el entrenador, cómo no. Soler ya tenía un cadáver listo para lucir ante la exigente afición ché, y buena parte de los que llenaban Mestalla pensaban que echando al clon de Rafa Benítez todo estaba ganado. Muchos se quejaban de lo mal que jugaba el equipo, de los malos resultados, pero en ese momento no se daban cuenta de que los resultados no eran tan penosos y que el equipo no estaba preparado para jugar de otra manera.
Se va Quique y se llevan una goleada. Fichan a un entrenador con solera. Los resultados son bastante peores, el juego tampoco ha mejorado, y para colmo se ha abierto una guerra interna que ha acabado, como todos sabemos, en el despido de 3 jugadores de peso, como Cañizares, Albelda y Angulo, que dicen las malas lenguas (e incluso las buenas) que ha sido una decisión de arriba.
Y ahora qué? Cambio de ciclo en el mes de enero? Cómo calmamos a una afición sedienta de sangre? Es posible enderezar el rumbo o el barco está ya a punto de hundirse? Lograrán clasificarse para una competición europea, aunque sea la UEFA?
Son demasiadas preguntas, que poco a poco van teniendo respuesta. Se dice que está al caer el fichaje de Ever Banega, el último pelotero de la cantera de Boca. Seguramente, su fichaje sea idea del mismo ilumnado que pensó que pagar 18 millones por Zigic era una buena idea, a pesar del overbooking de delanteros en la plantilla.
Banega... quien lo haya visto en el Mundial sub 20 no podrá negar que es un proyecto de crack, un futuro superclase. Quien, además, sepa un poco cómo funciona esto del fútbol, estará de acuerdo en que darle al chaval la responsabilidad que levantar este desastre es una inconsciencia.
Pero así funcionan las cosas en Valencia, y hasta ahora con resultados sorprendentemente buenos. Aunque me temo que, tras tanto caminar sobre el alambre, al final es inevitable pegarse la gran hostia. O no?
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